¿Sabes que es el salario emocional?
Es un día Martes como cualquier otro, el reloj
marca las 15.00 horas en el reloj de la parada del autobús y de pronto
decenas de personas empiezan a salir de un edificio Parece ser la pausa para
comer a primera vista, pero en realidad, es la salida del trabajo.
No es un día festivo ni un horario especial de Navidad.
En esta oficina es lo cotidiano. Ocurre a diario desde 2008.
En esta empresa se acordó con la plantilla de aproximadamente 9.000 trabajadores, universalizar la jornada intensiva: trabajar de 7.15 a 14.50 con 45 minutos de flexibilidad a la hora de entrar o salir todos los días del año. “La medida podía beneficiar a los trabajadores y era buena para la compañía".
Dice el director de recursos humanos de la compañía.
Seis años después, el mismo director, que estuvo al frente de ese cambio, defiende la decisión con cifras: “Hemos mejorado la productividad y ganado más de medio millón de horas de trabajo anuales. Hemos reducido en un 20% el absentismo y un 15% los accidentes laborales”.
Conciliación
y salario emocional
"El
salario emocional hace referencia a la percepción que tiene el trabajador con
respecto a su empresa". Si esta le cuida, será mayor. La flexibilidad y la
conciliación aumentan ese salario emocional.
Testimonios
"Por
la mañana, llegas con otra mentalidad”, cuenta Teresa Roch, de 31 años y que
trabaja en el departamento de recursos humanos. llegaba a la oficina y no
paraba hasta la hora de comer. Muchos de mis compañeros lo hacían delante
del ordenador y aprovechaban para mirar el correo, el periódico, etc… Después
de la hora de salida nadie se quedaba haciendo horas extra”, recuerda.
"Un
empleado que está más contento rinde más”, dice un responsable:
“Cuando
llevas 30 años con un tipo de horario, cuesta”. “Es un cambio de cultura
laboral importante”. “¿Puedo no hacer la jornada intensiva?”, llegó a plantear
algún empleado. Pilates, natación, inglés… Al poco de concentrar el trabajo, en
los pasillos se comenzó a hablar de actividades extralaborales. “No sé si
alguien se llegó a apuntar a alguna”. Al poco, nadie quería ni oír hablar de
pasar la tarde frente al ordenador. “La adaptación fue fantástica”, dice el
director de recursos humanos. “Y no generó ningún tipo de coste para la
empresa”. “Los empleados se han concienciado de que tienen que aprovechar bien
el tiempo para sacar el trabajo y salir a su hora”. “Evitan interrupciones y
concentran el esfuerzo. El resultado: la productividad es mayor”.
Nuestra
vida está marcada por el tiempo. Además del horario laboral, que articula el
día, nos marca el ritmo vital la manera en la que organizamos nuestro tiempo
libre (horario personal) así como el horario de la sociedad: aquellas horas en
las que se puede comprar, ir al cine o cenar en un restaurante. “Al tener más
horas de luz y la posibilidad de realizar actividades casi a cualquier hora, la
gente no tiene tanta prisa por irse a su casa”.
“Se trata
de un modelo muy arraigado; la sociedad está acostumbrada a horarios muy
largos. Por eso, pasamos muchas horas en la oficina y no siempre trabajando”.
Es común calentar la silla: llegar antes que el jefe y marcharse después. Ocho
de cada diez trabajadores dijo trabajar horas de más en 2012, según un estudio
de la empresa de recursos humanos Randstad. Y el 76% de los que alargaban su
jornada reconocía no hacerlo por carga laboral sino por puro presentismo. “A
nosotros nos ha cambiado la mentalidad”. “Si cumplimos, podemos irnos pronto”.
"Cambiar
el horario cuesta al principio"
Casi la
única queja que se puede sonsacar a los empleados en relación con el horario es
que algún día su salida se retrasa. “Cuando acabas a las seis de la tarde, si
algo se complica, las probabilidades de salir a las ocho son elevadas”.
“En
cambio, si tu jornada acaba a las tres, aunque te alargues sigues saliendo
pronto. Desde que hicimos el cambio, puedo contar con los dedos de la mano las
veces que me he quedado hasta tarde.
Saber
que dispones de tiempo para ti te da un cambio de perspectiva. Vengo a trabajar
más contenta y más tranquila”. “Si los empleados están más contentos, sin darse
cuenta trabajan más”. “Una mala gestión de los horarios laborales y la carencia
de medidas de flexibilidad puede acarrear un impacto negativo importante en las
empresas”.
Fuente: Zona RH
Fuente: Zona RH
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