Los pleitos laborales son la tercera razón por la que los empleados renuncian y el 20% de los despidos en una empresa. ¡Reconócelos y evítalos!
Ninguna empresa está exenta de estos males. Son como un virus, suelen
presentarse de manera aislada y rápidamente contagian a quienes están
alrededor de quien lo padece. Y si no se detiene... puede infectar a
todo tu ambiente laboral. Hablamos de los conflictos de oficina que en
muchos casos terminan en despidos y malas relaciones laborales.
De acuerdo con el estudio "La Ergonomía de un Espacio de Trabajo Cambiante”, los trabajadores permanecen más de 7.2 horas al día en sus lugares de trabajo. En el caso México y según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las jornadas laborales rebasan las 10 horas diarias,
por lo que el trabajo ocupa el espacio principal de los mexicanos. Así
que si en tu familia hay conflictos, evidentemente los habrá en el
terreno laboral pasando tanto tiempo entre colaboradores.
Los conflictos laborales son
prácticas tan comunes que los líderes los consideran como algo trivial y
fácil de solucionar, sin embargo, merecen atención para evitar que
crezcan y perjudiquen el ambiente laboral, desencadenen una baja
producción y concluyan en un estancamiento de objetivos.
Conflictos de oficina más comunes
¿Cuáles son los males que pueden
estar perjudicando silenciosamente a tu organización?
1. Pequeños espacios… volumen alto
Estás concentrado en un reporte
importante y de pronto, el compañero de a lado comienza una llamada
telefónica que aturde a toda la oficina. Su uso desmedido del volumen
perjudica la concentración y la productividad de aquellos que lo rodean.
Entre los problemas más comunes
referentes al volumen están escuchar música sin audífonos, realizar
discusiones en una zona pública de la oficina o tener conversaciones
personales cerca de la zona de trabajo; y realizar juntas en lugares
poco estratégicos.
Solución: Reglamento interno
La mayoría de las empresas suelen
tenerlo, y si no es así, es momento de que concretes uno. Además de ser
una buena práctica corporativa (como cuando defines tu misión, visión y
valores), estos reglamentos son sinónimo de un manual de urbanidad y buenas conductas.
En él se detallan las obligaciones y prohibiciones a que deben sujetarse los trabajadores, en relación con sus labores, permanencia y vida en la empresa. No se
trata de tener reglas tipo academia militar, sino de tener las reglas
mínimo indispensables para tener una convivencia armónica. Asegúrate de que cada colaborador cuente con su reglamento.
Tolerancia
en la puntualidad, reglas para el uso de redes sociales e internet,
horarios de comida y los lugares asignados para ello; y, por supuesto,
las reglas específicas para el volumen de la música, las llamadas
telefónicas y la disposición y uso de salas de juntas.
Incluye:
- Horarios de inicio y fin de la jornada de trabajo, turnos y descansos.
- Lugar, día y hora de pago.
- Especifica aquellas personas a quienes pueden dirigirse en caso de quejas, reclamos o sugerencias.
- Normas e instrucciones de prevención, higiene y seguridad.
- Define las sanciones, infracciones, o medidas para quienes no cumplan con las disposiciones.
- Lugar, día y hora de pago.
- Especifica aquellas personas a quienes pueden dirigirse en caso de quejas, reclamos o sugerencias.
- Normas e instrucciones de prevención, higiene y seguridad.
- Define las sanciones, infracciones, o medidas para quienes no cumplan con las disposiciones.
2. Uso desmedido de Internet y la redes sociales
¡Los números son sorprendentes! El
mal uso de la tecnología y las redes sociales disminuye dramáticamente
la productividad en las empresas. La
productividad se afecta en 42% y provoca el presentismo laboral, es decir, el empleado está pero no trabaja: chatea, navega excesivamente y abusa de sus redes sociales.
“Este problema se presenta, mayormente, en las nuevas generaciones, debido al alto contacto con la tecnología y a una inmadurez laboral ocasionada por su recién ingreso al mercado”, comenta la especialista.
Solución: Evaluaciones de desempeño
De acuerdo con WellCom,
a pesar del riesgo que supone que un empleado no tenga normas, a la
hora de compartir información en las redes sociales, el 76% de las
empresas no tiene una política de social media clara y definida.
Y es que bloquear el uso de redes sociales
ya no cabe en las organizaciones. Son una forma de interactuar y pedir
responsabilidad personal a tus colaboradores depende, básicamente, de la
fe y confianza que tengas en ellos.
Pero la organización no obtiene resultados por estas variables, para ello existe la planificación de resultados por objetivos
y hay empresas especializadas en la realización de estos programas que
se encargan de evaluar la productividad de cada uno de los
colaboradores.
Estos programas son objetivos y dejan fuera cualquier tipo de subjetividad y favoritismo, pero es
importante aplicar las evaluaciones de resultados de manera periódica y
discutirlas con los colaboradores, así tendrán un escenario concreto.
Los expertos recomiendan poner métricas de productividad
a cada trabajador de acuerdo con sus resultados previos. Esto ayuda a
que se esfuercen por cumplir sus objetivos y a elevar la productividad
de la empresa. De esta manera, lo que hagan con su tiempo es de su total
responsabilidad, tanto como sus resultados.
3. Chismes y rumores laborales
Inician por una persona negativa y pronto llegan a contagiar a alguien receptivo. Los chismes o rumores laborales pueden
llegar a distorsionar la información, causando conflictos personales y
crisis internas, dañando la reputación e imagen de algún compañero o
perjudicando directamente a la empresa.
Pero nadie se escapa. De acuerdo con
Eduardo Lan, consultor y fundador de Mesa Consultores, los seres humanos
frecuentemente hablamos mal de la empresa, del jefe, del compañero de
trabajo, de la familia y de nuestro país, es decir, es un hábito muy
destructivo que con el tiempo genera una cultura arraigada de victimismo y queja, la cual moldea nuestros pensamientos, conversaciones, acciones y resultados.
Solución: Comunicación e inteligencia emocional
Mantener un ambiente amistoso y favorable es tarea de los jefes. El consejo es manejar toda situación o malentendido con inteligencia emocional y
objetividad, esto te permitirá hacer caso omiso de habladurías y poner
atención en verdaderos problemas. Otra solución que debes tomar en
cuenta es abrir canales de comunicación con tus colaboradores, esto te
permitirá que el rumor llegue antes al personal de confianza que a tus
colaboradores, evitando problemas más graves.
4. Negatividad y mentiras
Suelen ser los problemas más virales
de las empresas. Tener gente negativa en las filas laborales perjudica
la situación anímica de todos los involucrados y genera la misma
negatividad a la hora de producir.
Pero… ¿qué pasa con las mentiras? Se
presentan en toda situación posible, desde para justificar una falta
hasta en la creación de reuniones inexistentes o la extensión de las
mismas. Les llamamos mentiras piadosas que van desde un: mi mamá está
enferma, un familiar falleció, se me descompuso el auto, y un
innumerable repertorio de justificaciones.
Soluciones
Una buena selección del personal. No hay de otra, se tiene que hacer desde un principio. La selección adecuada de tu personal radica
en tener excelentes programas de filtración o contratación. Asegúrate
de que esto sea así, evitarás conflictos banales que ocasionen grandes y
verdaderos problemas. ¡Ojo! Si crees que tu sistema de contratación es
deficiente, existen empresas especializadas en la contratación de
personal, puedes acudir a alguna de ellas, como Servicio de Reclutamiento de Personal de Cámara de Calzado.
Trabajar con orientación a resultados. De acuerdo con lo expertos, una de las habilidades más valorada por los reclutadores y también tiene que ver con la contratación. Recuerda lo importante que es tener la gente adecuada en el lugar adecuado.
Generar confianza en tu equipo de trabajo:
Hablar con la verdad es un hábito que se adquiere desde niño y en la
casa, pero también se desarrolla en los ambientes de trabajo cuando un
líder es capaz de generar confianza en sus colaboradores. No importa
cuál sea el motivo -incluso fastidio, cansancio o aburrimiento-, el
líder debe ser capaz de motivar que sus colaboradores puedan expresarlo
sin temor a recibir una represalia y, por el contrario, encontrar una
salida positiva tanto para la organización como para el empleado.
5. Impuntualidad
Es uno de los problemas más comunes
en las empresas. Sin embargo, la
impuntualidad es un conflicto de oficina sumamente contagioso, si uno de
tus colaboradores es recurrente en el problema, seguramente habrá
muchos que lo intentarán imitar al ver que no hay consecuencias.
Este problema afecta la imagen del
líder al no poner límites y hacer valer las instrucciones laborales,
perjudica la imagen de la persona y afecta al resto de los colaboradores
con razonamientos como el favoritismo. Es sumamente contagioso e
incluso se traslada a reuniones con clientes, juntas empresariales,
entre otras tareas.
Soluciones
Sistemas de medición. Existen
y son muy eficientes, desde tarjetas checadoras –digitales- hasta
sistemas de medición por huella digital. Según los expertos, son una
buena opción para generar responsabilidad y mantenerte al tanto de las
entradas y salidas de tu personal.
Bonos de puntualidad y productividad.
Aún existen empresas que esto forma parte de los beneficios que ofrecen
y está comprobado que es un gran aliciente para los trabajadores.
¡Puede funcionar!
¿Qué hacer cuando el conflicto ha dominado?
Tener conocimiento de los conflictos y
prevenirlos, es de gran ayuda, pero cuando los conflictos de oficina
han estado presentes en la empresa, hay que tomar medidas y tienen que
ser inmediatas. Por ello recomendamos lo siguiente:
Paso 1. Habla con el
personal afectado. Siempre de manera respetuosa y con claridad,
explícale que su comportamiento afecta a la empresa y a todos los
colaboradores. También es importante hacerle ver las consecuencias de
que no exista una solución – mostrar números o ejemplos puede ayudar-.
Paso 2. Sanciones.
Si después de hablar con el personal no existe cambio alguno, la
recomendación es realizar una falta administrativa, de esta manera puede
generar una alerta de manera individual y grupal.
Paso 3. Si ninguno
de los pasos anteriores funciona, quiere decir que el personal está muy
dañado por la situación, la recomendación de la experta es optar por el
despido. Recuerda que un despido a tiempo es mejor que una rotación
continua.
Fuente: Alto Nivel
INFORMES:
Lic. Carolina Guerra Q. Coordinación de Bolsa de Trabajo
01 (477) 1 52 90 00 Ext. 9034
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Lic. Carolina Guerra Q. Coordinación de Bolsa de Trabajo
01 (477) 1 52 90 00 Ext. 9034
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