La práctica hace al maestro. Ve
un paso adelante a la hora de negociar un empleo
Graba
tus respuestas
En las entrevistas hay preguntas
que casi todos formulan: “¿Por qué dejaste tu último trabajo?”, “¿Cuáles
son tus tres virtudes y tus tres defectos?, “¿Por qué debería elegirte a ti?”.
Te contare mi situación: Yo ya
tenía mis respuestas preparadas, pero cuando las grabé con mi
celular para escucharlas entendí que no eran tan geniales como creía: usaba
muletillas, eran repetitivas y escuetas.
Pensé en cómo decir lo mismo de
una forma original, algo que a mí me sorprendiera. Después de varios intentos
–aunque al principio me sentí torpe haciéndolo– encontré las frases que se
quedaron en mi memoria y le mencioné de maravilla al de Recursos Humanos.
Redacta brevemente tu más grande logro
Alguna vez me preguntaron cuál
había sido el logro más grande en mi vida laboral y no supe
qué decir. Mencioné cualquier cosa, pero sentí que no parecía tan increíble
como para impresionar al reclutador. Luego, horas más tarde, empezaron a llegar
las ideas y pensé: “¡Claro, ¿por qué no me acordé de esto?!”. Ya era demasiado
tarde.
Así que en un pequeño papel anoté
dos actividades en las que había tenido éxito y cómo lo obtuve. Con eso ya me
acordaría de toda la historia. Y a las personas se nos quedan grabadas las
historias con las que nos explican cualquier cosa.
Mírate
en un espejo, ¿qué demuestras cuando hablas?
Si has visto la película
"Pulp Fiction" recordarás la escena en la que John Travolta está
hablando frente a un espejo, practicando un argumento que le dirá minutos
después a Uma Thurman. Y hasta que se convence a sí mismo de lo que expresa es
que sale del baño, listo para hablar.
Lo mismo sucede contigo. Mírate
en un espejo, ¿cómo te ves cuando saludas, cuando sonríes, cuando afirmas algo,
cuando niegas, cuando respondes a un “háblame de ti”?
La comunicación no verbal es
fundamental en las entrevistas, y saber qué transmitía me ayudó a pulir ciertos
errores.
Practica con un familiar o amigo
Prepara cinco preguntas, dáselas
a un familiar o amigo y pídele que te cuestione. Tú responde y después, entre
ambos, platiquen si sonó persuasivo lo que dijiste.
Dos cabezas piensan mejor que una
y al hablar con alguien más he recibido consejos que me ayudan a mejorar mis
explicaciones ante el reclutador.
Medita
Los seres humanos somos muy
perceptivos con las emociones, así que si estás estresado, nervioso o
exasperado por conseguir algo, aunque trates de ocultarlo, lo reflejas a años
luz de distancia.
Calma esa mente, tranquilízate
sabiendo que estás anticipándote para dar una gran impresión y respira y exhala
una y otra y otra vez.
La
clave de los 2 minutos
Llegué quince minutos antes a la
entrevista y apliqué el último consejo que encontré. En el video que está aquí
abajo la psicóloga Amy Cuddy explica cómo nuestra postura corporal determina
nuestra actitud y puede hacernos sentir los más seguros o los más inseguros.
¿Cuál es el truco? Fácil: en un lugar
en donde nadie te vea, párate derecho, separa tus pies a la misma distancia a
la que están tus hombros y apoya tus manos en los costados de tu cintura (en la
imagen principal del artículo puedes ver cómo es la posición).
Quédate así por 2 minutos. Aunque
no lo creas tus niveles cerebrales de testosterona y cortisol se alteran y tu
confianza mejora.
Fuente:
Alto Nivel.
INFORMES:
Lic. Carolina Guerra Quijas
Coordinación de Bolsa de Trabajo
Tel. (477) 152 9000 ext. 9034
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