viernes, 25 de julio de 2014

LAS 3 MEJORES FORMAS DE SER UN BUEN JEFE Y 6 FORMAS PARA NO SERLO.

Arrogantes, rencorosos y fanáticos del control son los perfiles más criticados por los empleados; un buen líder debe ser empático con su equipo y confiar en las capacidades de los demás.


Para muchos, tener un buen jefe es la excepción y no la regla. Pues ser en verdad un buen jefe requiere mucha mano izquierda. Tienes que inspirar a las personas para tener éxito y darles las herramientas que necesitan, y a la vez, cumplir con lo que manda la empresa.
Lo primero, es desarrollar la autoconciencia, saber cómo se sienten otros cuando están contigo. Piénsalo de esta manera: incluso si tus empleados te aman, se sentirán muy frustrados si tú eres incapaz de vender sus ideas en la cadena jerárquica.

Los grandes líderes:

1) Respetan y valoran a sus empleados
Ellos respetan lo que haces, tu experiencia y el hecho de que quizás tengas tu propio estilo de trabajo. Los jefes que saben decir “gracias” fueron muy mencionados por los lectores, como también los que reconocen públicamente el mérito a quien corresponda, los que están abiertos a la aportación y los comentarios de los empleados, y que reconocen que los empleados son seres humanos, no sólo "recursos".

2) Crean confianza y apoyo
Un excelente jefe confía en el trabajo que haces, tiene fe en su equipo, fomenta su éxito, sale en tu apoyo y siempre es accesible. Los buenos jefes también son sistemáticamente éticos y justos, y contratan a personas buenas, dijeron los lectores.

3) Dan a los empleados el apoyo y los recursos para hacer su trabajo
Un gran jefe proporciona una orientación, un coaching y estructura clara, pero también da margen para desarrollar un sentido de propiedad sobre tu trabajo.
Y cuando algo sale mal, según los lectores, los buenos jefes evalúan lo sucedido y ayudan a solucionar la situación en lugar de distribuir culpas.

Por otra parte, existen 6 formas básicas para ser un mal jefe:

1.- El lamebotas sin carácter: 
Esta clase especial son “totales patanes con los empleados, al tiempo que son ángeles con sus superiores”, escribió L. Tolbert de Wichita, Kansas.
Si llegan a creer que tu trabajo provocará posible descontento en los ejecutivos de primer nivel, no dudarán en sacrificarte y echarte a los perros. Ellos “no pueden resistir la presión política de arriba, ceden de inmediato, no luchan por su gente ni la defienden”, explica Colin Adams de Somerville, Mass.

2.- El dos caras: 
Los lectores fueron muy críticos con los jefes que mostraron favoritismo y aplicaron un “descarado doble rasero”.
Un jefe realmente pésimo “tiene sus pocos favoritos y los otros no valen nada”, dijo un lector de Virginia.

3.- El narcisista: 
Estas joyitas tienen gran egolatría, y suelen ser mezquinos.
Un lector dijo que tuvo dos jefes pésimos, ambos eran “sociópatas narcisistas” y “mentirosos consumados”.
“Todo gravitaba en torno a ellos y no tenían capacidad para relacionarse con los demás o tener empatía por otros”, expuso John Balestrieri de Wisconsin.
Jonathan Houck de New Jersey lo puso de esta manera: Ellos son el “el niño problemático de una cultura empresarial que premia el fracaso, la insidia, la indiferencia, el egoísmo, el narcisismo, y la cortedad de miras”.

4.- El que no hace nada: 
No hay nada como dejarse el lomo en un proyecto sólo para ver que el jefe se roba todo el crédito, con apenas una mención tangencial de las personas que realmente hicieron el trabajo.
Peor aún es cuando la persona a cargo te desestima, rechaza tus ideas y luego no reconoce que podrías haber estado en lo correcto después de todo.

5.- El ermitaño:
Los jefes deben interactuar con sus subalternos. Aparentemente, sin embargo, el jefe que evita el contacto y se aísla no recibió ese memo.

6.- El fanático del control: 
Una participación exageradamente activa, donde el jefe quiere tener injerencia directa en todo, puede enloquecer a los empleados. En esta categoría cae el “micromanager”.




Fuente: cnnexpansion.com



INFORMES:

Lic. Carolina Guerra Q.
Coordinación de Bolsa de Trabajo
01 (477) 1 52 90 00 Ext. 9034
carolina.guerra@ciceg.org





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