lunes, 9 de junio de 2014

6 bases para rendir mejor en tu semana

El tiempo es el recurso de mayor valor. Tal parece que la cultura y las condiciones en las que vivimos nos empujan a buscar constantemente un mejor aprovechamiento de cada instante con el que contamos. Así que, en un mundo en el que aparentemente los días se pasan cada vez más rápido, la importancia de aprovechar al máximo cada momento es total.


Define tu forma de ser

Tiene que ver con el tipo de persona que te gusta ser. Consiste en conocer los aspectos más relevantes que quieres desarrollar y/o realizar durante la semana. Incluye las facetas de mayor relevancia que componen tu vida y “consumen tiempo” tales como hogar, pareja, familia, trabajo, crecimiento personal, desarrollo intelectual, finanzas personales, esparcimiento y salud, descanso, etc. Definir tu perfil implica saber cuáles son los puntos más relevantes para ti y comenzar a definir la cantidad de tiempo que te consumirán.



Establece tus prioridades y subdivídelas

Priorizar nuestras actividades de mayor a menor importancia y estar conscientes de los tiempos que tenemos que asignar a cada una es muy importante. Aunque es esencial conocer las actividades y pendientes más importantes que queremos realizar, también es esencial dividir esa “gran” meta en acciones más pequeñas, identificables y manejables. Recordemos que los grandes logros son el fruto de una cadena de acciones coordinadas y orientadas hacia un mismo fin. En lugar de tener una gran meta como único objetivo, conviene dividirla en varias tareas que estén orientadas hacia la consecución de nuestra acción prioritaria. De esta manera, podremos medir nuestro progreso y evaluar el curso de nuestras acciones de forma mucho más realista.


 Asigna tiempos para cada cosa

Una vez que se haya establecido el nivel de prioridad para cada actividad (trabajo, hogar, familia, etc.) es conveniente adjudicar un espacio o tiempo específico durante la semana en el que esperamos llevar a cabo dicha actividad. Es importante mencionar que la asignación y ejecución de los mismos debe estar acompañada de una buena dosis de disciplina y otra de flexibilidad. El equilibrio aquí reside en ser lo suficientemente disciplinados para llevar a cabo lo que nos propusimos y flexibles cuando hay cambios imprevistos en los que hay que reasignar tiempos o espacios.


Consistencia y disciplina

Perseverar y ser constante en orientar nuestras acciones y tareas con base en nuestras prioridades es tan importante como definirlas y llevarlas a cabo correctamente. La consistencia implica trabajar duro para lograr nuestro objetivo y no esperar un agente de cambio externo que modifique nuestra situación. Es decir, no hay que esperar algo extraordinario en nuestra vida para comenzar trabajar de manera especial. Hay que comenzar por actuar de forma extraordinaria (diferente a lo ordinario) para comenzar a tener resultados diferentes.


Proyecta semanalmente, pero actúa y mide diariamente

Comienza por proyectar los quehaceres que quieres para tu semana y elige las actividades de mayor a menor importancia (las que “tienes” que hacer y las que quieres hacer). Asigna tiempos y días y comienza a trabajar una nueva agenda que incluya las actividades importantes para ti. Recuerda incluir no sólo actividades relacionadas con el trabajo, sino también con familia, amigos y crecimiento personal, entre otras. Al final de cada día, realiza una evaluación de las cosas que hiciste y las que necesitan ser reagendadas.


Respeta todas las actividades

Todas las actividades de tu día son importantes. En ocasiones la inercia del día nos lleva a subvaluar la relevancia de algunas actividades frente a otras. Es muy importante estar atentos y respetar los espacios que hemos asignado para cada una de nuestras facetas. Cuando comenzamos a menospreciar ciertas actividades (que definimos previamente como importantes) puede resultar en un desequilibrio en el mediano o largo plazo.

Recuerda distribuir el tiempo entre todas las prioridades (pequeñas y grandes). Enfocarse solo en las máximas prioridades trae como consecuencia rezagos y acumulación de muchas otras tareas que a la larga pueden resultar en una saturación mayor que nos costará más trabajo y recursos resolver.
Fuente: Carlos Luer, Merca 2.0 

INFORMES:
Lic. Carolina Guerra Q.
Coordinación de Bolsa de Trabajo
01 (477) 1 52 90 00 Ext. 9034
carolina.guerra@ciceg.org

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